En primer lugar, quiero agradecer a El Día, que me ceda estas líneas, detalle que me han concedido estos últimos 45 años con más de 500 artículos publicados.
Estas letras quieren manifestar la preocupación que tenemos por unas leyes ambientales hoy totalmente inoperativas en Canarias. Marco legal que nació en una época “alegre”, en un entorno económico donde dominaban los excedentes de producción de alimentos gracias a la revolución verde, así como los sueños de globalización que llevaban a Canarias a especializarse en un modelo de servicios orientado al turismo.