viernes, 25 de octubre de 2019

LOS MONTES: VACACIONES DE LOS PIRÓMANOS Y LA SUERTE

En una lectura del año forestal, las lloviznas de estos días nos permiten comentar los principales acontecimientos. Y la noticia es sin lugar a duda, que no hemos tenido fuego. Enhorabuena para los responsables de medioambiente, y en particular a los vecinos del interior de las islas no quemadas, ya que Gran Canaria ha tenido menos suerte.

Leamos algunos datos. Tenemos en Tenerife más de 50.000 Has forestales, es decir, de las algo más de 200.000 Has de superficie total de la isla, tenemos próximo al 25% cubiertas de árboles, con una superficie amplia que antaño tuvo cultivos o fue zona de pastos, hoy ocupada por monte y por maleza (combustible para el fuego). No olvidemos, que la superficie cultivada no alcanza las 18.000 Has. Cuando “éramos pobres” se labraban más de 60.000 Has y los montes estaban barridos como el patio de la casa.

Sean estas líneas de homenaje a D. Francisco Delgado Acosta, que nos ha dejado estos días, -el más sentido pésame a su familia-. Hombre comprometido con el monte, gran conocedor de la tierra, en algún momento fue a buscar pinocha a El Hierro, con un motovelero en los años 60, ya que en Tenerife no había un barranco que barrer. Los empaquetados de plátanos demandaban pinocha y no había donde conseguir una paca.

Francisco implicó también a la familia en el trabajo forestal, siendo hoy de las pocas empresas que limpia nuestros montes. No olvidemos que hoy tenemos menos de 100 trabajadores dedicados a la retirada de pinocha en Tenerife, mientras que en la época de Francisco teníamos miles de campesinos que abonaban los campos con pinocha, pero, sobre todo, hacían estiércol, con una importante cabaña ganadera, en pocas palabras, había un equilibrio monte-campesinos. La agricultura y la ganadería eran parte del medioambiente. Ahora nos hemos quedado con unas pírricas brigadas forestales para gestionar el monte y todas las actividades en los espacios protegidos.

Las cuatro gotas que han caído (20 litros/ m2) nos permiten escribir estas líneas de homenaje a D. Francisco, y a Heriberto Padrón (Bertín), este último afortunadamente con nosotros, a quienes decían, en los mentideros del Cabildo, la famosa frase “trabajas más que el chófer de Wladimiro”. Eran otros tiempos, en los que teníamos muchas horas en el campo, cuidando las relaciones con los campesinos. Creemos que tenemos que hacer un esfuerzo por acercar el campo, la economía y cultura agraria, a las personas, tanto por razones de ocio como económicas. El monte no lo podemos gestionar tras la pantalla de un ordenador, o detrás de la ventanilla del Land Rover. Ahora, empaquetamos leyes y órdenes que prohíben y limitan los usos de antaño, y nos parecen pocas, y comenzamos con la “Ley de cambio Climático”.

Tenemos en la administración una rica burocracia con muchos “títulos” y poca experiencia y conocimiento del medio. Hagan lo posible por dedicar más tiempo al campo, al conocimiento del terreno, a la sabiduría acumulada en los campesinos que habitan en cada barranco, cada montaña, que han aprendido con sus abuelos, el viento y el fuego, los comportamientos de la vegetación y del fuego con tiempo sur, con los alisios en Masca, en la Montaña de los Guzmanes, en el barranco de Tamadaya, Chifira, Tágara, Chavao, etc. El fuego y el tojo, el fuego y los brezos, el fuego en monte de hoja, etc.

Los plátanos y los pinos.

La retirada de pinocha en nuestros montes, está relacionada mayoritariamente con el abonado de la platanera. Es importante que establezcamos actividades agrarias que contribuyan a la retirada de combustible, al igual que otras actividades relacionadas con la madera, la leña, el carbón, etc., pero también trabajos de selvicultura, entresacas, corte de monte verde para usos agroganaderos. En una palabra, el monte y el medioambiente como actividad complementaria. La selvicultura no puede ser algo separado de la sociedad y la vida. No olvidemos que los 40 frigos que enviamos cada día de plátanos a la península, alivian los costes de la cesta de la compra, porque vuelven cargados de alimentos.

Sean estas líneas para una lectura reflexiva sobre lo que hemos hecho bien, pero también de lectura crítica que nos haga ver que si la cosecha ha sido buena, en parte es por los puntos que nos ha dado la suerte, sin olvidar que apenas hemos tenido tiempo sur, que el verano, aunque ha sido seco ha tenido muchos días de alisio, es decir, en pocos momentos hemos superado los 30 Cº de temperatura, los vientos más de 30 Km/ h., y una humedad inferior al 30%, y por supuesto, los pirómanos han estado de “vacaciones”.

Creemos que hemos de poner más recursos en la gestión de la superficie forestal, sin olvidar que tenemos que cuidar y mejorar las relaciones entre la Administración y los vecinos, pero también implicarlos en la limpieza de las zonas pobladas, haciendo prevención con una buena actitud, con mayor implicación de la población rural y el Medioambiente, siendo las empresas quienes demanden pinocha para los cultivos de plátanos, y que contribuyan a la limpieza de los montes. Es algo básico la incorporación de más agricultores y ganaderos para cuidar los montes.

La miseria no debe ser el mejor aliado para luchar contra el fuego, como ocurría en los años de D. Francisco, ahora nos toca poner más recurso materiales y humanos para cuidar los montes. Más prevención, menos teorías y papeles, nos sobran leyes y faltan recursos a lo largo de todo el año y en todas las islas, como vimos este verano en Gran Canaria y vemos cada poco en California (veamos lo que ocurre estos días en el norte del estado norteamericano).

Nos tememos que la “Ley del Cambio Climático” es una moda que nos alejará más si cabe de la gestión eficiente del monte y la agricultura, en una sociedad que suma, que asocia trabajo, agricultura, medioambiente y no “miedo ambiente”, con más leyes y menos campesinos.

Animemos y valoremos social y económicamente a los que trabajan. No hagamos más papeles para gestionar un territorio plagado de leyes inaplicables, más trabajo y menos alegatos.

sábado, 19 de octubre de 2019

FLORENCIO EL CUBANO Y CANARIAS VACIADA (y II)

Capítulo aparte de Florencio, fue la represión franquista, con numerosos represaliados escondidos en la comarca, y nos dice que “los chivatos nunca mueren”. Siempre fue un hombre comprometido con la cultura política antifranquista, ahí nos encontramos.

Florencio y Delfina, sembraron compromiso con la tierra y con los surcos, con una cultura de ayer y de mañana.

No hemos de ir a Las Hurdes y a los Monegros en la búsqueda de la España vacía. Aquí tenemos la Canarias vaciada, ya que los pueblos tienen las casas habitadas, pero no tienen campesinos, no tienen la savia que hace surcos, cultiva, desbroza fincas y barrancos, pastores que retiran pastos que ahora son combustibles para el fuego. Hemos vaciado las cabezas.

Por Canarias vaciada, nos referimos a la cultura de los urbanitas, que rompen con los usos tradicionales (labrar, cultivar, pastoreo, gañanías, etc.). Tierras de cultivo cubiertas de maleza, que rodea las viviendas en muchos casos, y que están en la misma condición tanto en agosto como en abril, lo cual hace que las brigadas forestales dediquen más tiempo al cuidado de las zonas pobladas, que a la selvicultura de nuestros montes. Eso mismo ocurrió este verano en Gran Canaria, donde se debió detraer muchos recursos anti-incendio hacia el salvamento de las viviendas y las personas. Por ello nos referimos a la Canarias vaciada, aunque de hecho los pueblos tienen habitantes. Faltan conocimientos y, en consecuencia, compromiso con el mundo rural; no queremos actividades agroganaderas en los pueblos.

Cualquier cambio en el mundo rural requiere contar con la cultura del lugar, y no con las pretensiones urbanitas, que son las que se imponen en estos momentos, con “alergia al sacho”, el esfuerzo se reserva para el gimnasio.

La Canarias vaciada es peor que la Canarias vacía, ya que el territorio lo puedes transformar en poco tiempo, aplicando máquinas cuando el medio lo permita, o importando campesinos. El territorio vaciado tiene personas con pretensiones y necesidades, pero no tiene aptitudes para el campo, conocimientos, voluntad de trabajo, dificultando las actividades agrarias, ya que en muchos casos actúan como adversarios de mejoras en el mundo rural, en ganadería o en mejores de cultivos, etc.

La cultura que dice que el campo es cosa del pasado, que el “sacho con pilas” no les disgusta, que el fuego lo apagan las máquinas, en la que el fútbol y los rallys son actividades con muchos seguidores. Valga como ejemplo, en esa cultura, los conocimientos y la preocupación por los frutales, -que con pocas horas de trabajo mantienen producción durante todo el año-, están fuera de sus ideales de futuro, están ahogados por la maleza. En Agache, en Guía de Isora o en Barlovento, hacen fiesta con santoral campesino, pero el campo no lo ven, ni hablan de él, porque están ordeñando el whatsapp. Mientras tanto, encontramos en El Escobonal bancales cubiertos de vinagreras, tabaibas, escobones, y cientos de parados, importando hasta las papas.

No obstante, es de destacar un cambio en ciertas prácticas, ya que en la anterior legislatura se crearon eco-comedores escolares con productos locales. Desde aquí mi enhorabuena al colectivo que “contamina” a nuestros niños y niñas con productos sanos de la tierra. Es importante esta gran labor que están consiguiendo, entre colegios, profesionales de la agricultura ecológica, y personal de las administraciones, ya que es una buena práctica que puede ser tomada como ejemplo para que las generaciones futuras conozcan la importancia de consumir producto local, redundando en una sociedad mejor, y con una mejor redistribución de la riqueza.

Y, muchas gracias Florencio, desde los que quedamos aquí, por una lectura tan rica de Agache, esperando que sea una siembra para el mañana.

Lamentamos la pérdida del amigo maestro de la tierra, y el más sentido pésame a la familia. Hagamos un homenaje junto al pino de Cha Dionisia en el Lomo de Cho Blas, pinos con nombre y apellidos. Hoy tenemos una familia amplia, que me contaminó con la repoblación en Fasnia y Arico, gracias, gracias…

sábado, 12 de octubre de 2019

FLORENCIO EL CUBANO Y CANARIAS VACIADA (I)

En los últimos años, se han hecho mapas, novelas y relatos sobre la España vaciada. En algunos casos se compara con Laponia o con Siberia, pero claro, ante la Siberia Ibérica. Parece que en Canarias “no pasa nada”, ¿Es que aquí no hay éxodo rural?. Por supuesto, el vacío del que hablan, sólo representa en Canarias, algo menos de una docena de municipios: Tejeda, Artenara, Buenavista, Vallehermoso, Barlovento, Tazacorte, como casos excepcionales. El resto, gana población, “todos muy felices”. Pueblos fértiles despoblados, localidades en Canarias en vías de desaparición, campo sin relevo generacional, pueblos en los que los nacimientos significan entre un 20% y 30% de las defunciones, como es el caso de Barlovento, Los Sauces, Vallehermoso, etc.

Veamos Agache, en Tenerife:

Amplia comarca entre el Barranco de Herques (o Erques) y la ladera de Güimar.

Florencio el cubano, nos hace un relato rico de la zona en los últimos 85 años, hace poco presenté su libro, “Memoria del Escobonal y Fasnia”, sobre sus vivencias en dicha comarca, y nos describe como quedan menos de 6 agricultores, el resto es un pueblo dormitorio, como tantos otros de Canarias. Pueblos en los que se ha impuesto una cultura urbana, con alimentos del exterior con costumbres de ciudad, donde abundan los perros y gatos pero no se ve ningún gallo, ni cabras, ni cochinos. En una palabra, dominio de la cultura urbanita, donde para construir un gallinero o levantar una pared supone multitud de obligaciones, pedir licencia municipal, cumplir con la ley de bienestar animal, o si tienes unas pocas cabras para la fabricación del queso, o necesitas nuevas instalaciones para la decantación de purines, debes hacer una inversión en una infraestructura como si se tratara de una planta de Nestlé o Pascual.

Florencio nos hace un relato rico en vivencias, a lo largo de 85 años, ya que tiene un baúl con amplia historia, desde el billete de barco que lo trajo desde Cuba en 1933, a su amplia carrera profesional, ya que ha trabajado de cabrero, arriero, peón, cabuquero en las galerías 20 años, hizo de contratista en el Canal de Morro Negro, agricultor por cuenta propia, de tomates, papas y viña sobre todo. Vuelta a Canarias ante la crisis del 29, con el billete pagado por sus familiares de Tenerife, la crisis en ese momento en Cuba (como la de ahora en Venezuela) hace que no haya billete de vuelta. Encuentra en Agache una comarca rica, dados los alumbramientos de agua de los años 30.

Florencio nos describe un periodo serio de represión franquista, hambre, fielato, estraperlo, y también algo más alegre, la música, el punto cubano, y la vida social de un pueblo con buenas relaciones, en una comarca más solidaria y menos egoísta, con un gran peso comunitario, ya como ejemplo de esto encontramos la creación de la cooperativa de Fasnia, la búsqueda de agua requería un gran peso como comunidad, la exportación de tomates y papas al exterior creó buenos lazos, cultura del trabajo, el esfuerzo, pero también de la fiesta, del punto cubano.

El fielato y la miseria

Dos fielatos había en los bordes de la comarca, a lo largo de la Carretera del Sur, uno en el barranco de Herques, en el límite con Fasnia, y otro en la ladera del Güimar, dentro del propio municipio de Güimar. Ambos fielatos dominaban más del 50% del territorio de Güimar, y aquí se filtraba todo, aceite, alpargatas, azúcar. Los fielateros tenían mucho poder. Sólo se traía de fuera algo de trigo, ropa y poco más, el resto había que producirlo aquí.

La comarca era un vergel, tanto de paisaje, como de centro productor de alimentos. Lo que ahora llamamos kilómetro 0, lo implantó la miseria y el aislamiento, y la voluntad de trabajo, ya que el estraperlo era para minorías con más recursos, tema del que Florencio conocía, y la ética le impidió implicarse en tal actividad.

sábado, 5 de octubre de 2019

TUNERAS Y CAMBIO CULTURAL

En los últimos años hemos devaluado toda una cultura, tanto en el plano ambiental como gastronómico. Ver en nuestros pueblos las tuneras, cargadas de tunos, en el borde de nuestras carreteras, sin tocar un plato de higos de las mismas. Fruta que apenas consumimos los de la generación del racionamiento, sin embargo, traemos fruta de Nueva Zelanda y Chile.

Los tunos no tienen química ni veneno, es una de las frutas más sanas de nuestra tierra. Sin embargo tienen picos, y por eso no tienen interés. No la vemos en restaurantes, hoteles, o chiringuitos. Hablamos de Km 0, de economía circular, pero seguimos devaluando nuestro medio rural.

Las tuneras y la cochinilla marcaron un ciclo económico hasta 1876, jugando un papel básico como alimento, desde Lanzarote a La Palma, devaluadas como fruta en los últimos años.

Las tuneras han sido también, planta forrajea para la ganadería, sobre todo en los largos veranos canarios, y han jugado un papel económico en la producción de cochinilla, como colorante natural en bebidas y cosmética hasta hace una década.

Las tuneras y el medio. Es está una planta muy tolerante a la sequía, siendo un frutal cultivado desde Lanzarote a La Palma, también tolerante a suelos pedregosos, desde zonas costeras a cotas superiores a mil metros de altura, en zonas altas de Tenerife (entre Igueste e Infonche), con maduración en periodo de lluvias. Se construyeron hornos para secar higos de leche y tunos (higos picos, higos porretos). En todo caso, estamos hablando del frutal más adaptado a la aridez, y posiblemente el que llenó más estómagos en periodos críticos sufridos en nuestra tierra.

Ver las tuneras en completo abandono en numerosos puntos de Canarias, leer en Tenerife el paisaje entre Geneto y Las Mercedes, con los pencones cargados de higos, sin que le falte un plato de fruta, pone de manifiesto la crisis que sufre la cultura agraria. Ver las higueras de leche ahogadas por las tabaibas, aulagas, vinagreras, granadillos, desde La Palma a Lanzarote, pone de manifiesto la devaluación cultural de nuestro campo. En contada ocasiones, encontramos higos en los mercados, o localizamos tuneras o higueras recién plantadas, o podemos comprar higos pasados de aquí.

Higos de Gran Canaria en La Palma, ante la crisis cultural y la crisis ambiental. La separación entre campo y consumo pone de manifiesto la cultura de importar, con la devaluación de la producción local.

El que hayan entrado entre 8 ó 10 plagas en los últimos años al agro canario, pone de manifiesto la ineficiencia en puertos y aeropuertos, sobre el control de lo que importamos y la salud de nuestro medioambiente. La nueva cochinilla mejicana (dactyotopius opuntia) en La Palma (localizada por primera vez en Fuencaliente en 1910, actualmente ha recorrido ya todo el territorio insular), liquida lo que fue un cultivo que se había extendido por nuestros campos, conviviendo con el pastoreo y el cultivo hasta hace algo más de 40 años. Entonces, se introduce en la isla una nueva cochinilla mucho más agresiva que la anterior, y elimina una planta útil, que era parte de nuestro paisaje y de la economía rural, tanto para los humanos como para las grajas y otros seres de la fauna local.

Hagamos lo posible para que la plaga que está dejando sin tuneras La Palma, no se extienda al resto de islas. Revaloricemos esta planta, que hoy no sólo produce alimentos, sino que además es una de las que mejor podemos cultivar, dado que apenas demanda agua.

Las tuneras, las higueras de leche y los almendros, son también plantas introducidas y cuidadas en nuestros secanos, con problemas para otros cultivos. Ahora en esta crisis económica y cultural, nos traen almendras de California, higos pasados de Turquía, y los tunos no los queremos porque tienen picos.

Ahora que tanto hablamos de cambio climático, pongamos más cuidado en que lo que ha pasado en La Palma con la cochinilla no sea una referencia, ya que podemos frenar dicha situación neutralizando los focos de plagas, con poco coste, pero sobre todo, con actitudes más comprometidas con el medioambiente y la cultura rural. Y prioritariamente, pongamos más recursos en los puertos y aeropuertos, y también, demandemos más productos de la tierra, Km 0 es algo más que un eslogan vacío.

Los higos picos de aquí se pierden y traemos kiwis de Nueva Zelanda o manzanas de Chile. Aquí tenemos campos en los que podemos producir manzanas y otras frutas que ahora importamos.

Vacunémonos para que lo ocurrido con las tuneras en La Palma, sea cosa de un paisaje de un pasado desafortunado, que lamentan hasta los amigos de las grajas, ya que se han quedado sin tunos. Preparemos comandos para parar el desembarco de la cochinilla mejicana-palmera en las otras islas.

El campo y una sociedad más sostenible están en nuestras manos. El cambio climático tiene mucho que ver con el cambio cultural. Menos hablar y más compromiso.

martes, 1 de octubre de 2019

Votos y Cambio Climático.

En las últimas semanas han ocurrido acontecimientos de importante valor sobre lo que ocurre en el planeta; se han producido manifestaciones, con amplia participación, dada la preocupación que tenemos por los temas ambientales y la relación de éstos con un modelo de vida consumista, en la que destacan los combustibles fósiles, asociados a la revolución industrial y lo ocurrido en los últimos 150 años, a lo que se suma la información que tenemos, por ejemplo, sobre la subida de temperatura algo más 1,5ºC…, entendiendo que el clima ha evolucionado en la larga historia del planeta.

Ahora se conocen más detalles sobre los gases emitidos por las máquinas y su papel en la atmosfera. Sabemos, entre otras cosas, que el proceso productivo ha degradado nuestro planeta de manera preocupante, y en un corto periodo de tiempo, o que las temperaturas este verano en Europa han sido de 40ºC en numerosos puntos, dando lugar en la parte central y del norte de Europa a desapariciones de glaciares la expansión de las zonas áridas, problemas con los recursos hídricos, lluvias torrenciales, ciclones tropicales en zonas templadas, etc, etc.

Lectura cortoplacista por los gobernantes; las alternativas que proponen los responsables políticos en los encuentros internacionales son muy pobres, ya que el petróleo y el carbón han generado numerosas mejoras importante en la vida de los pueblos, sobre todo de las sociedades urbano - industriales: producción y transporte de alimentos y su conservación, que decir de la mejora de las comunicaciones, etc. ¿Quién prohíbe un coche? ¿Qué hacemos aquí y ahora?

En Canarias y en el planeta los planteamientos políticos están hechos con una cultura para cuatro años, y para una sociedad que ha pasado de las alpargatas y el burro a los rallyes, con 700 coches por cada mil habitantes… con un sistema educativo que maltrata el entorno; el pasado lo ignoramos, asociamos futuro al dominio de la naturaleza, a un mundo contemplativo, separando la gestión del medio; la modernidad es el gimnasio en los pueblos con modelos urbanos, sin cabras, ni vacas.

Hablamos del campo y la rentabilidad. Papas de Egipto e Inglaterra, en Icod el Alto o en Garafía, degradación del campo en lo social y en lo económico. Berros en La Gomera del exterior, agua para las ranas en dicha isla… manzanas de Chile en Garafía o Tacoronte, campos de cultivos cargados de mezcla de combustible para los incendios, puerto de Fonsalía para acercar 6 o 7 kilómetros entre La Palma, La Gomera y Tenerife y el alejamiento de las zonas más pobladas de Tenerife como obra prioritaria en esta isla.

Rosas de Holanda en Canarias, proteas de Barlovento en Japón, cebollas de Nueva Zelanda en Canarias, tomates de Holanda en España, estiércol de Holanda o de Israel para abonar nuestros campos y aquí hablando de kilómetro 0; lucha contra el paro, aguas urbanas sin depurar, cierre de playas en Adeje, Arona, Santiago del Teide. Mientras tanto, seguimos con retraso en la instalación de energías alternativas.

No priorizamos el transporte público. Ciudades en Europa sin coches, mientras aquí planteamos como urgente el túnel de Los Rodeos- Lora Tamayo o 18000 aparcamientos en Santa Cruz de Tenerife. Mientras, en el exterior, Greta Thumberg y muchos jóvenes nos dicen que no podemos seguir por este camino.

España compra derechos para emitir Co2 a Burkina Faso y hacemos discursos en la Asamblea de la ONU y en otros ámbitos de más turismo, más coches, menos agricultura, naturaleza como elemento contemplativo sin apenas gestión, mirando para las máquinas, no para los surcos, para la gestión armónica entre hombre y naturaleza. Y en eso aparece Thomas Cook, y Greta que dice que no viaja en avión.

Tenemos que hacer una lectura y una reflexión amplia, sobre el presente y futuro de esta tierra, con algo más de cuatro años vista, con una cultura de pan para hoy y hambre para mañana.

Hablemos con los jóvenes, leamos los planteamientos de Merkel para Alemania, en los que plantea poner recursos públicos, más de 50.000 millones de Euros, para paliar problemas en las empresas que reducen contaminación, aumentando costes o perdiendo puestos de trabajo.; productos de proximidad (kilometro 0), costes ambientales, reducir la contaminación.

Modelo más sostenible. Ganar votantes con energías renovables, con hombres y mujeres comprometidos social y ambientalmente con el territorio, con menos dióxido de carbono y más energías limpias.

Y a la vez, en los lineales de los supermercados, productos de la tierra, con menos huella de carbono y más puestos de trabajo aquí.