sábado, 30 de noviembre de 2019

PEDRO MOLINA Y LA CÁTEDRA DE ESTUDIOS CAMPESINOS

Pocas veces en la historia de los pueblos se cosecha, en un corto periodo de tiempo, un bagaje tan rico como el recorrido humano y social realizado por Pedro Molina; pasó del arado romano con la vaca hasta al tractor, supo mantener el campo labrado, manteniendo una de las explotaciones ganaderas más significativas de Tenerife, con más de cuarenta vacas, alimentadas con forrajes de la tierra en una empresa familiar, sosteniendo tertulias, reuniones sobre temas económicos, política agraria, régimen de abastecimiento de las islas, debates universitarios sobre economía medioambiental, contribuyendo a la creación y gestión de la Asociación de ganaderos de Tenerife (AGATE) y la Cooperativa La Candelaria, con un papel importante en la actividad agroganadera.

Fábrica de piensos, quesería, mataderos etc.., la vaca basta que hoy mantenemos en Canarias no la podemos entender sin Pedro Molina; las romerías y una valoración de la misma en el mundo lúdico, que ahora valoramos ante los problemas que supone la genética y la debilitación de especies, y ante crisis en la salud de las vacas manantial, que producen hasta doce o quince mil litros de leche al año con productos de farmacia, mantenidas, en muchos casos, a costa del debilitamiento de los propios animales.

Pedro fue una autoridad en los cultivos: conocía las semillas de la tierra, época de siembra, condiciones de suelo, temporada de siembra, variedad de semilla, maíz (millo para el Rodeo o para Guamasa) trigo barbilla o colorado, suelo de temporada de siembra.

Pedro Molina, con perfil propio ante un marco internacional y técnico, con excedentes agrarios, montañas de mantequilla y leche en polvo. En Canarias, turismo y sueños urbanos consumistas, desahucio de explotaciones ganaderas; ahora, alimentos baratos de aluvión, en una realidad apoyada en importar supuesto mundo productivo, con máquinas sin campesinos y demanda ilimitada de suelo para carreteras, coches, urbanismos, nuevas vías...

Pedro en la defensa del suelo rústico, desde montaña del aire a la segunda autopista detrás del aeropuerto o La Vía de Ronda junto a la Mesa Mota; apostando por el suelo para cultivar, frente al suelo para urbanizar, y defendiendo la producción local. Aquí mantuvo una dura lucha, al igual que la que realizo ante el REA (Régimen especial de abastecimiento).

Sembrar campesinos: los jóvenes y el deporte; en este plano creó una organización de jóvenes en el arrastre, como manera de acercar la juventud a la ganadería ante la separación que tiene la escuela y los centros de formación profesional con el campo. Pedro Molina hoy, la lectura que podemos hacer es la enorme capacidad que mantuvo en una época que soñaba que el campo era el pasado, que no necesitábamos ni campo ni campesinos, que lo ideal en Canarias era cuidar el turismo y el monte en una vida contemplativa, sin sacho, ni campesinos, ni vacas. Ahora sabemos, cuando los incendios barren pueblos, que en lugares como California no hay pastores, ni labor ambiental, que los excedentes de alimentos tienen problemas serios para la salud y que el cambio climático y la huella de carbono presentan la necesidad de producir aquí y ahora. O que la importación de más de un millón de kilos diarios de alimentos no es recomendable.

Que la pituitaria de los canarios tiene que entender que en Holanda viven más de doce millones de vacas y cerdos en 45.000 km2. Sin embargo, como es posible que en Canarias, con las, únicamente, 40.000 vacas que tenemos, las tengamos en situación llamada “alegal”, un hecho motivado porque las leyes han sido hechas para las ciudades y no para los espacios rurales; seguramente porque, como decía Pedro Molina, a las vacas no se les ha dado cédula de habitabilidad porque no votan.

A la sequía pluviométrica se une una sequía cultural, que parece que empezamos a corregir, con la Catedra Pedro Molina. Gracias a los responsables universitarios por incorporar la sabiduría campesina a dicha institución; gracias a Pedro tenemos un mejor autoabastecimiento, con una menor dependencia del exterior, un paisaje más humanizado y, sobretodo, una mayor autoestima, algo básico en esto que llaman globalización, en un momento en el que, con nuevos retos como el cambio climático, se debe reconocer el papel clave del campesino; y por último, gracias a Nena y Pedrito, apoyo incondicional de Pedro, que atesoran su legado.

viernes, 22 de noviembre de 2019

Agua en La Palma: algo más que sueños y lamentos

Vemos con preocupación la separación entre naturaleza y sociedad. En ocasiones los pueblos esconden su cultura, como comunidad acomplejada de su ayer y, en consecuencia, del presente y el mañana.

La Palma vive con espejismo, olvidando el ayer y soñando con un futuro sin campo, ni campesinos, es más, asumiendo que la única isla sin desaladoras de agua de mar, el progreso está en las “máquinas milagrosas” por ello ignoramos el uso razonable de los recursos.

Debemos saber que entre 1940 y 2019, La Palma ha multiplicado por ocho las tierras regadas, significando un 20% de las aguas no industriales de Canarias, gracias a la construcción de unos 450 km de pozos y galerías, con una infraestructura hidráulica importante, que incluye presas, canales e instalaciones de riego, entre otras. Valgan como referencia los estanques construidos entre 1947-1967, aportando el Instituto Nacional de Reforma y Desarrollo Agrario (IRIDA) en aquel periodo, solo para estas infraestructuras, más 900 millones de pesetas, lo que supuso incrementar la capacidad en algo más de cuatro millones de pipas mayoritariamente en el valle, “valle de los espejos” Tijarafe y Barlovento.

Algunas de estas instalaciones hoy se han convertido, en muchos casos, en garajes o cuartos de aperos, espejismo de abundancia de agua; valga como referencia los consumos urbanos en los núcleos con más población: Los Llanos-Tazacorte-Santa Cruz de la Palma- aeropuerto – Breñas – supera los diez millones de pipas – agua de calidad que no reutilizamos – mientras regamos con agua de pozos con conductividad que arruina suelos y cultivo. Que decir de las pérdidas de la red urbana o, como ocurre este año, con cuatro gotas que han caído en el este de la isla, las galerías bajas, el no aprovechar el agua al dejar de regar, desperdiciando recursos como los generados en la galería de Los Loros. El desprendimiento de una ladera hace que perdamos más de 60 pipas/hora en el último año, cosa no entendible en la generación que hicimos las galerías y las sorribas en La Palma, ahora mirando para el Consejo Insular y que “papá y mamá” administración resuelva.

Hacemos fiestas y lamentos como comunidad, devaluamos el campo y los campesinos por otra parte; la administración ignora o burocratiza las cosas, una cultura de encuentro, de valoración del esfuerzo, de reconocimiento, de dignificación de campo y naturaleza. Hemos de cortar con falsos tópicos que devalúan el trabajo y el esfuerzo, ¿Cómo podemos entender que tengamos una obra de limpieza de una galería ya que los escombros no permiten que se viertan en su puerta, por supuesto planteamientos ambientales, como escombros o vertederos autorizados? ¿Qué decir de las perdidas en la red urbana, que derrochan gran parte del agua con instalaciones en malas condiciones?.

Romper con los sueños de abundancia y derroche, ya que el agua es un problema de todo el planeta. Si bien es verdad que el agua en La Palma está mejor distribuida ahora que hace cincuenta años, tanto en el plano social, como geográfico, otra cultura del agua en la escuela y en la sociedad es necesario, en la que se entienda que los problemas actuales no son solo de sequía física. Son también de sequía cultural y de compromiso socio ambiental. Hemos de plantear que los problemas no se resuelven vía precios; menos agua, más cara, no es un producto de mercado, es un bien básico que hemos de cuidar.

Tenemos menos agua, porque llueve menos, y los cultivos demandan más riego. La demanda urbana y la reutilización es algo básico que no hemos resuelto, sólo las aguas urbanas superan los cinco millones de m3/año.

Demandamos más coordinación entre las comunidades de agua de riego y la administración insular, con transparencia y para el interés público y las comunidades. Lo que se ha hecho con los estanques construidos con parte de dichos recursos son un ejemplo de lo que no debemos hacer, son parte de la cultura del derroche de los últimos años. No es un problema de más recursos, hemos de plantear un mejor uso de los mismos.

viernes, 15 de noviembre de 2019

DE LA ISLA DE TERUEL A LA ISLA DEL HIERRO

El día diez nace oficialmente la isla de Teruel. Porque islas no son sólo territorios aislados rodeados de agua, -como nos dice la geografía-, la insularidad, el olvido y la marginación hace islas rodeadas de algo que no es mar. El campo, en muchos casos se crean islas, ya que el modelo establecido es urbano, el supuesto progreso no mira para el campo, degrada la vida rural, tanto en el plano cultural, como económico. Ahora hablamos de autoabastecimiento, de economía circular de kilómetro 0, etc., mientras el modelo de “progreso” nos amontona en ciudades, los huérfanos de campos vacíos, son islas, rodeadas de opulencia e insolidaridad, dentro de poco nacerán archipiélagos en los continentes, incluso en Canarias, tras la Graciosa descubriremos nuestras islas interiores, hijas de la insolidaridad y del espejismo urbano industrial al “este del edén”. Los otros roban (Cataluña), nos rompen, nos quitan el trabajo y degradan la cultura (VOX).

El Hierro navega en el mar de la insularidad, es un modelo urbano consumista que no es nada solidario en el plano social y ambiental, ni con los herreños, ni con los campesinos.

El Hierro, un encuentro con jóvenes “sin móviles”

El sábado pasado hubo un encuentro con jóvenes en un acto de “Lava Circular”, el cual me sorprendió, tanto por la participación (entorno a un centenar), como por las manifestaciones en un coloquio, amplio de planteamientos, sobre el mundo rural, la naturaleza, la agricultura tradicional, los usos del suelo y el agua.

Entramos en los cultivos tradicionales en el Hierro, los frutales de pastoreo, la mudada, la limpieza del campo para mantener el ganado con plantas propias, lechugones, calcosas, la estrecha relación del ganado en parcelas para abonar los campos ante la tardía entrada de abono químico, para posterior siembra de papas, trigo y otros cereales y leguminosas, las goronas para proteger las higueras en zonas de pastoreo suelta, etc. También, los problemas del agua, la carencia de manantiales, hasta el primer pozo “Agua Nueva” y los problemas de los cultivos de tomates y caña dulce ante el aislamiento- Puerto La Estaca años 50- la emigración a Venezuela en la época de Rómulo Gallegos y posterior con Pérez Jiménez en “la celda” del Trompillo.

¿Es espejismo o hay un cambio cultural en nuestra sociedad? Lo que encontré el día 9 en Las Cancelitas es una juventud crítica, preocupada por temas ambientales-sociales, donde la situación del campo y los alimentos les preocupa, campo y salud tienen las antenas abiertas al entorno. El comportamiento me sorprendió, hace más de veinte años que no había encontrado unos “parroquianos” de este nivel que alargaron las intervenciones, sin comer y donde no oímos sonar el móvil, con gran interés en beber en las fuentes de la tierra, olvidándose de las demandas del estómago para hablar de los cultivos tradicionales, de la aridez del viento, de la rotación de cultivos, de los medios y frutales locales, de la cultura de ayer como algo del mañana.

No olvidemos que los temas ambientales tienen interés en El Hierro, no sólo por el camino recorrido en el cambio energético y los recursos naturales, sino también porque es la segunda isla en tierra cultivada por habitante en Canarias, es decir, más de 400 m2 (media mundial: 2000 m2/habitante).

Hagamos más por acercar los servicios y la calidad de vida a los campesinos, dignifiquemos el mundo rural, la geografía hace islas, pero los hombres crean barreras, muros y mares que aíslan. Hay mares construidos con papel, con insolidaridad (La España vacía). A las islas marinas en muchos casos el aislamiento no lo produce el mar, es también económico- cultural. En este plano encontramos a Lava Circular, dignificando un territorio insular y unas instalaciones infrautilizadas (Las Cancelitas), muchas gracias por la invitación, y sobre todo enhorabuena a “los indígenas” alumnos del sábado pasado, por el trato de cariño y respeto que me dieron.

El barbecho, la siembra y la cosecha no depende sólo del tiempo, tiene mucho aporte del agricultor y su cultura, cuidemos las buenas prácticas y los conocimientos de los labradores.

Enhorabuena al diputado y senador de la isla de Teruel.

viernes, 8 de noviembre de 2019

EL HIERRO: AGRICULTURA Y CULTURA

La agricultura es una actividad clave en el progreso de los pueblos, actividad que ha permitido pasar del nomadismo a la vida sedentaria. En el caso de El Hierro, su evolución ha consistido en sobrevivir con lo que produce la propia isla, aprovechando sus pocos recursos, ya que sus suelos son pobres, carece de manantiales añadido a una pluviometría muy irregular, y finalmente su aislamiento.

Pese a ello, los habitantes de esta isla han sabido gestionar el territorio y la cultura con una gran sabiduría, administrando los recursos y las actividades humanas de manera equilibrada. Existe, desde décadas, un equilibrio entre el mantenimiento del monte y las demandas de los vecinos (leña, aperos, forraje), entre las tierras para cultivar y las zonas protegidas.

Las relaciones con el exterior, en el Hierro, han tenido siempre una gran importancia, bien por el comercio de productos isleños, - higos pasados, almendras, ganadería-, bien por la necesidad de emigración ante las carencias locales. Valga como referencia las viviendas con techo de colmo, ante la carencia de arcillas para fabricar tejas.

Los gestores del monte y los campesinos herreños.

En época de miseria y ordeno y mando, SEPRONA e ICONA instauraron una cultura con planteamientos conservacionistas, en la que los ganaderos eran considerados como enemigos de la naturaleza. Sin embargo, el responsable insular de este organismo, D. Zósimo Hernández, se pone de acuerdo con los campesinos, en un pacto no escrito con sus demandas diarias, para cortar un palo, para cortar el timón del arado, de tal manera que lo que ocurre en el resto del Archipiélago con medios represivos contra los campesinos, aquí tuvo una lectura más humanizada, y en consecuencia tuvo menos incendios, y el monte se mantuvo mejor.

La isla y el cambio climático

Desde El Hierro hasta California, cada día se plantea la actividad agraria como una manera, no sólo de alimentarnos, sino de contaminar menos. Lo que ahora llamamos Kilómetro 0, que en Canarias significa dejar de importar 50 camiones frigoríficos de alimentos al día, es decir, 400 millones de kilos de alimentos.

Tenemos campos ociosos mientras se traen alimentos de fuera, generando huella de carbono, cuando cada día se plantea que la tenemos que reducir, debido a los problemas que genera la emisión a la atmosfera de los algo más de 100 millones de barriles mundiales de petróleo diario y otros combustibles contaminantes.

Lo que hemos visto estos días en California ante el avance del fuego, pone en duda la eficiencia de una cultura basada en máquinas y en el maltrato por los usos del ayer, de los pastores. Es decir, ¿cuántas pérdidas se habrían evitado si en California se hubiera hecho prevención?, como retirar árboles muertos de los entornos de las viviendas, y propiciar una actividad pastoril que mantenga limpias las proximidades de las zonas pobladas, con planteamientos de interés colectivo ante el individualismo imperante.

El Hierro es una isla vivible, a la que no le faltan elementos de identidad que valoren en positivo lo pequeño, lo local, dignificando una historia que ha cuidado los recursos escasos. Veamos las diapositivas de El Hierro hace 30 años, en las que calcosas, higueras y otros frutales han optimizado unos recursos muy limitados.

Ahora que hablamos mucho de cambio climático y kilómetro 0, hemos de mirar con orgullo y cariño lo que se ha hecho bien, aunque tengamos obras poco afortunadas, como la realizada en La Dehesa, con sorribas que deterioraron los suelos, o el canal al Verodal. Sin embargo, la Gorona del Viento y las obras hidráulicas, la Cooperativa y los nuevos cultivos, han sido cuestiones positivas.

Estos días se desarrollarán unas charlas promovidas por la juventud “Lava Circular” (Valverde 09/11/2019). Desde aquí mi enhorabuena por cuidar la cultura local, dignificando el ayer, que también es mañana.

La lectura que podemos hacer sobre El Hierro y su gente, es la de una revalorización de un ayer, gestionando la naturaleza y las actividades humanas (cocina, folklore, deporte y naturaleza) de manera equilibrada. En una palabra, armonización, del ayer y del hoy, de Valentina a los bailadores, de los vinos de calidad y los higos pasados a las fiestas y la lucha canaria.

Gracias, gracias.

viernes, 1 de noviembre de 2019

SIROCO Y VIENTO DEL DIABLO

Estos días los medios de comunicación nos presentan algo de no fácil explicación: En el país con más tecnología y recursos del planeta el fuego se pasea, destruye instalaciones, corta autopistas, deja sin luz a millones de personas, hace tropezar varias veces en la misma piedra, ya que se ha repetido en los últimos años.

Aquí y ahora, es bueno que veamos lo que ocurre en California, ya que se producen muchos aspectos similares en Canarias: población urbana y dispersa, régimen de vientos secos, veranos largos, entornos cubiertos de vegetación con apenas intervención humana, pastos sin limpiar, árboles entorno a las viviendas, cultura urbanita, etc. Si bien, en California tienen una gran actividad agro industrial, que en este caso se ha quemado en el norte del Estado, sobre todo viñas y bodegas.

En el régimen de vientos de Canarias, el fuego se propaga con viento de este-sureste, el “Siroco” que llamamos calima, con polvo en suspensión, seco y cálido, superando los tres treinta: velocidad del viento más de 30 kilómetros/hora, humedad inferior al 30% y temperatura superior a los 30º. Esta situación es superada en California, en la que los vientos han alcanzado los 100 km/hora, vientos de ladera del nordeste o vientos del “diablo”.

Debemos aprender de los errores, en primer lugar, parece razonable que la población en el medio rural, requiere actividades agroforestales, es decir retirada de leñas y pastos, veranos sin combustibles, en las zonas pobladas, lo que ahora llamamos prevención.

En California, lo que llaman “mejores bomberos del mundo” no han podido con el fuego. Aunque han tenido operando miles de bomberos y cientos de medios aéreos, se habían quemado en una semana más de 30.000 Has., calcinando miles de viviendas, en las que han aprendido de los años anteriores la retirada de población, ya que el 2017 y 2018 se quemaron más de 100 personas, este año afortunadamente no lamentamos pérdidas humanas. Sean estas líneas de reflexión de un territorio con pocos medios en el que hemos tenido una cultura de gran sabiduría, que ha permitido gestionar el medio ambiente en un equilibrio precario, ya que la demanda de la población, -monte, leña, carbón, ramas para el ganado-, ha mantenido una gestión que armoniza hombre y naturaleza, y algo más de ciento veinte mil hectáreas forestales que tenemos en Canarias.

Hemos de mandar una población que haga silvicultura, que haga prevención. Estamos en tiempo para hablar y plantear que los montes como los tenemos son un peligro, ya que numerosos núcleos de población están rodeados de combustible, como ocurrió en Gran Canaria.

Aquí y ahora, estamos hablando de nuevos estudios sobre el cambio climático, de nuevas leyes, las cuales no se pueden aplicar porque carecen de presupuestos, de equipos con recursos, de cuadrillas y de campesinos que retiren combustible, y de campesinos que retiren combustible, una política forestal que aprende de tiempos pretéritos etc..,

Si al país de Arnold Schwarzenegger, se le quema la mansión desalojando Hollywood (Paramount y otras referencias de poder), millones de personas sin luz (estado de emergencia), qué puede ocurrir en San Francisco de La Montañeta, en el Roque del Faro, en Fontanales, en la Culata, etc.

El mundo de las ideas, y del compromiso ambiental y social, tenemos que mirar con lupa lo que ocurre ahora en California ya que no es una casualidad, es el fracaso de la gestión del mundo natural con diseñadores de máquinas, ignorantes de la naturaleza y sus leyes. Es un espectáculo, ver al tres veces campeón de la NBA (Lebron James), huyendo del fuego con su perro, porque el fuego quema su mansión, ya que los “mejores bomberos del mundo” no han podido apagarlo etc.., quedó a la misma altura que unos vecinos de Tamargada o Fuente de la Vega- Moya “Cosas veredes Sancho”