En unos días nos ha caído un tsunami, y como todo lo que tiene que ver con la naturaleza, tiene un ritmo que nos sorprende, ya que no cuenta con los humanos, con nuestra cultura, y con las demandas de cada día. ¿Estamos ante lo que fue la postguerra en Europa y España?, ¿en Canarias, para cuando 15 millones de turistas?. En lenguaje campesino, pasamos de silla para albarda.
En el quehacer de todos los días es un tsunami del consumismo. Encontramos pueblos sin vacas, pero sí con varios gimnasios, y el esfuerzo, se pone en el parapente, el surf, la Transvulcania, corriendo entre viñas abandonadas enterradas en rabo de gato, y mientras en Fuencaliente al ERTE.