viernes, 27 de marzo de 2020

Cabras con pañales

 La semana pasada el Ayuntamiento de Los Realejos sacó un bando prohibiendo que las cabras transiten por espacios urbanos, alegando problemas de contaminación por sus excrementos. Cuesta entender las pautas urbanizadoras en dicha corporación, máxime en los tiempos en los que nos toca vivir, en los que el campo y la producción de alimentos han resultado actividades vitales.

Recordemos que en la época del racionamiento y la miseria, teníamos en Canarias una hectárea cultivada por cada 5 habitantes En la actualidad las islas tienen 50 personas por hectárea cultivada.

En otro estado de cosas, apenas nos quedan pastores. Es más, tal profesión no sale de la facultad de "ciencias ocultas" de nuestra Universidad. Los que se dedican son hijos de pastores; es una actividad dura, que demanda vocación. Por ello, el máximo respeto y cariño a los pastores, entre otras cosas porque los necesitamos.

lunes, 23 de marzo de 2020

El carro de la compra y el paisaje

Una de las referencias de los últimos acontecimientos han sido los incidentes con los carros de la compra. La comida como algo atávico, tan antigua como las especies. En unas horas hemos pasado de la preocupación por las fiestas (fuegos artificiales, entierro de la Sardina en Barlovento, Fallas en Valencia, Semana Santa), a vaciar las estanterías de los supermercados. Del consumismo empobrecedor (salmón ahumado del Canadá para el gato) a pelear por los rollos de papel higiénico.

El carro de la compra construye o destruye paisaje. Es bueno que sepamos, que a la hora de comprar estamos decidiendo la suerte o la desgracia de un territorio y su gente. Nuestros campesinos se movilizan en toda España por la distancia que existe entre el agricultor y el consumidor, pero también por la procedencia de los alimentos que distribuyen los supermercados, en muchos casos alejados de nuestros campesinos.

domingo, 15 de marzo de 2020

Soberanía alimentaria

 Vivimos en tiempos con un lenguaje cargado de frases sin contenido. Alegatos alejados del territorio y de su gente. Ahora hacemos responsable al cambio climático de  gran parte de nuestros problemas ambientales y sociales. Con campos cargados de maleza, los incendios los asociamos al clima, no a la falta de prevención. El último en Australia duró seis meses, lo apagaron las lluvias; aquí y ahora el fuego corta la autopista. Mientras mantenemos los matorrales en tierras balutas y en sus proximidades, con campos sin cultivar, importamos ajos de china, cebollas de Nueva Zelanda, mangos de Perú, papas de Egipto, pollos de Tailandia o Brasil etc.,. Por si fuera poco, aquí y ahora a una granja le demandamos más papeles que a la instalación en Francia de una central nuclear.

sábado, 7 de marzo de 2020

Güímar: agua y gestión

Vivimos en unos tiempos en los que la gestión que hacíamos antaño nos enseña mucho. Las nuevas tecnologías nos hacen muy dependientes, siendo un tema especialmente delicado cuando se habla de agua y naturaleza, bienes que tenemos que gestionar con máximo cuidado. Agua y petróleo no son los mejores aliados para el campo.

En Güímar encontramos un colectivo campesino que ha gestionado uno de los oasis históricos más vivos de Tenerife, gracias a los manantiales que afloran en las profundas heridas en el relieve: Barranco de Badajoz y otros.

En el s. XX, desde una época temprana, se construyeron numerosas galerías que aportan importantes caudales de agua con los que se riegan cultivos de autoabastecimiento, pero también de exportación, incorporando cultivos de tomates al sotavento de la isla, y también plátanos, hortalizas, aguacate, cebollino, etc. Esta zona incluso tuvo una planta hidroeléctrica.