jueves, 28 de septiembre de 2017

Agua y microalgas

Hablar del agua y las microalgas es también hablar del "cultivo" que más agua demanda en Canarias, que no es otro que el consumo urbano. Las microalgas se asocian con vertidos de agua dulce al mar, aunque las mismas las encontramos en puntos alejados de emisarios submarinos como en el norte y oeste de La Palma. Ahora el monocultivo de las mentes: lo que no se transmite por el móvil no existe; la tecnología, la aceleración del tiempo; no hablamos, no miramos alrededor.

Los temas del agua han sido endémicos en Canarias, al tratarse de un bien escaso controlado por pocos. Ahora nos preocupa la contaminación del mar. De los vertidos en el volcán en el interior de las Islas no hablamos, de la reutilización tampoco; nos preocupan el mar y la playa, que hasta hace poco era un ilimitado vertedero al que vertíamos todo, sin contemplación. Tampoco nos preocupa el estado de los recursos de nuestros acuíferos, de los hábitos de consumo de la red de agua potable, de una gestión sostenida agua-población, en una palabra, consumo y ahorro del agua.

Hemos multiplicado por cinco los caudales de las Islas, con un aumento importante de los consumos urbanos, situándose próximos al 50% de los recursos disponibles, mientras que las aguas que reutilizamos únicamente están en torno a un 15%; el resto se vierte, bien en el mar o bien en el interior de las islas, mayoritariamente sin depurar, pozos que se vierten al volcán en las zonas geológicamente más jóvenes, mientras que en las más antiguas discurre por barrancos, que en contadas ocasiones depuramos y reutilizamos.

La reutilización tiene una lectura agridulce, ya que se han dado pasos positivos que han tenido un recorrido desigual. Si leemos nuestro paisaje y el agua, podemos encontrar sorpresas, ya que dista mucho lo que producimos de lo que reutilizamos.

En los últimos cincuenta años hemos multiplicado por dos las población, pero, lo que es más importante, se ha ampliado de manera tremenda el consumo urbano, multiplicándose en Canarias por ocho, y en algunas zonas incluso por diez, pasando las islas de unas estimaciones de consumo de unos 30 hm3 en dicha fecha para situarnos en casi 300 hm3 en estos momentos.

Otro de los aspectos que complican la depuración es la dispersión del poblamiento, a quien las características geológicas han facilitado para enterrar en el subsuelo (volcán) las aguas negras, creando problemas en las zonas antiguas de las islas, en las que las aguas negras discurren por barrancos y, en consecuencia, han obligado a la depuración.

No sequemos las fuentes de la sabiduría popular.

domingo, 17 de septiembre de 2017

El arado y el medioambiente

Quiero pensar que para los próximos años vamos camino de entender que la política ambiental y agraria forman parte de un todo, y que la lucha contra los incendios sea mucho más que máquinas, helicópteros y torres o drones de vigilancia. Los campesinos, los agricultores, los pastores, el arado, como herramienta ambiental. Lo que han conseguido un grupo de agricultores del norte de la isla [de Tenerife], como lo ganado por un grupo de ganaderos pastores trashumantes en las cumbres de Tamarán.

Entendemos que los próximos años tendremos más jóvenes haciendo surcos en las tierras balutas, y en algunos casos los abuelos se sientan animados y dignificados. Otro campo y otra sociedad son posibles, donde la siega y la trilla sean actividades agro-ambientales; nada de mundos separados cargados de cortocircuitos o las tierras cubiertas de zarzas, tojos, magarzas, cenizos, granadillos, aulagas, etc., etc.

Gavia que beban de Fuerteventura a Garafía; comiencen con el arado y la semilla de recuperación de otra cultura, otro paisaje y otro paisanaje que anime social y demográficamente; que el mundo rural deje de perder población. Los habitantes y la actividad económica en nuestros pueblos, donde los niños tomen biberón con gofio del país, al menos en igualdad de demanda con el que nos manda la Nestlé de cuatro, cinco y hasta ocho cereales tostados y molidos, lo que en Canarias llamamos gofio, que se produce sin apenas venenos y química, nada de transgénicos, y que es también una alternativa en la lucha contra la polilla guatemalteca de las papas.

Que nuestro cereal sea una garantía contra la propagación de incendios, tanto hacia el monte como hacia las zonas pobladas, como ocurrió con las tierras labradas en torno al Camino de los Guancheros, el 31 de julio de 2007, que evitó que el fuego se propagara hacia San Juan de la Rambla y La Guancha.

Cultivo en hojas, barbecho, agricultura y ganadería, pueblos rodeados de tierras labradas, complementariedad entre campo y ciudad, entre agricultura y turismo, seguridad para la población en caseríos sin matorrales de maleza en el patio de la casa.

El paisaje que tenemos entre La Guancha y El Palmar, en el que se sembraron menos de cien hectáreas de cereal, es parte de un modelo ambiental y socialmente lamentable, extensible de Garafía a La Oliva, en el que las zarzas y las helecheras rodean la casa consistorial de El Tanque, como referencia de lo que no debemos hacer.

La gestión del monte, el arado y el barbecho son compatibles, los monocultivos y las mono modas nos empobrecen.

¡Enhorabuena, campesinos!

domingo, 10 de septiembre de 2017

El trigo y la cultura ambiental

En otro estado de cosas, el saludable y sabio cultivo en hojas (cereal, legumbre y papas) existe en contadas parcelas en el norte de Tenerife (400 ha); es más, nuestros molinos no utilizan trigo o maíz de aquí (la supuesta trazabilidad que exige la administración). Tampoco hemos creado una demanda de gofio y pan con cereal de la tierra; hemos de agradecer la buena voluntad de los molineros que aún muelen productos de la zona. La dignificación de nuestro propio gofio y pan de origen local significa incorporar suelo y campesinos en las zonas húmedas de las cinco islas occidentales, y significa, además, labrar, sembrar y cultivar más de 50.000 ha, ahora cubiertas de maleza; también, dignificar semillas y cultura propia, como el trigo barbilla y variedades de maíz de la tierra. Ello requiere una política que penalice las tierras balutas, mejore en la mecanización tanto de la siembra, como de la siega y la trilla, y mejore el acceso a las parcelas. Una política agraria que favorezca no sólo los cultivos, sino que también limpie la maleza en los entornos forestales, que actualmente son más de 50.000 ha balutas en zonas con alto nivel de propagación de incendios.

También es necesario intensificar los cultivos de papas y frutales, y la rotación como lucha contra la polilla guatemalteca, y como elemento de dignificación del medio rural. Qué decir de la potenciación del gofio y el pan del país, como elemento que nos identifica con el paisaje, unido al vino, las papas bonitas y los frutos de la tierra, o de nuestra ganadería, con los quesos y las carnes. La dignificación de los frutales más característicos del campo canario: higos, almendros, castaños, nogales, manzanos, naranjos, aguacateros?

Los mercadillos del agricultor como referencia para ennoblecer económica y culturalmente los productos locales, mejorando la relación productor-consumidor.

El título de este artículo es una lectura nueva del campo canario, de los jóvenes y el agro, de una manera de dignificar social y económicamente nuestro campo, la asociación para la defensa del cereal, la incorporación de unos treinta jóvenes con cereal, planteando mejoras en el agro: rotación de los cultivos papas-trigo-legumbres, las mejoras en las papas de color, y planteamientos que incorporan innovaciones tanto en la mecanización, sustituyendo la hoz y el burro por elementos mecánicos; demanda de cambio hacia una cultura del agua que honre el medio rural, cambios en las políticas de producción y comercialización dignificando los productos de la tierra.

ACETE (Asociación de Cereales de Tenerife), la Cooperativa de la Candelaria, con Pedro Molina al frente, y un colectivo joven, los molinos de gofio y la creación de demanda por el gofio y el pan de trigo y maíz del país, en el que variedades locales, tanto trigo barbilla como papas de color, sean una referencia que ponga en valor a los campesinos, acerque a los consumidores urbanos para que lleguen a apreciar los productos de la tierra, y ponga en contacto al paisaje con su gente.

Lamentamos lo ocurrido este año, ya que una parte de la cosecha se ha perdido por motivos burocráticos, puesto que podíamos haber segado y trillado en agosto. Hemos de valorar el campo, los campesinos y el medioambiente como un todo. Nuestros agricultores son algo básico en la lucha contra el fuego, labrando y sembrando una superficie cargada de maleza, en la que nacen y crecen gran parte de los incendios forestales. El refrán castellano sobre la trilla y el hambre dice mucho sobre lo que debemos hacer.

Espero que los cuarenta jóvenes que han tenido problemas con la siega y la trilla en 2017 se animen para el próximo año, exigiendo a la administración que les repongan los daños y perjuicios económicos, y el compromiso de que dicha situación no se vuelva a producir.

domingo, 3 de septiembre de 2017

¿Trilla en invierno?

En los últimos años hemos entrado en una crisis agraria que no solo tiene que ver con aspectos económicos, sino también que conlleva peores ingresos para el agricultor, que en contadas ocasiones puede vivir con lo que da el campo. Mientras tanto, importamos de todo; en muchos casos, excedentes de los mercados internacionales: papas, conejos, huevos, etc., que vienen de países terceros, sin pagar aranceles (por ejemplo, más de cuarenta millones de kilos de carne).

Nuestros consumidores tampoco demandan productos de la tierra. Además, nuestra geografía no favorece la producción local de determinadas producciones, caso del cereal, sector en el que los precios internaciones y los costes locales hacen que tengamos dificultades para mantener la producción. Sin embargo, y a pesar de todo, aún quedan en Tenerife unas cuatrocientas hectáreas de este cultivo. Sobre este particular considero que deberíamos hacer una reflexión, y entender que su existencia es fundamental para el sistema agrario, y que deberíamos incrementar su superficie para mejorar el resto de la producción local. No hay que olvidar que la rotación de cultivos es básica para mantener la fertilidad de los suelos y la lucha contra las plagas, como de hecho ocurre con la polilla guatemalteca en las papas; por ello, los cultivos de papas bonitas en el norte de Tenerife y las variedades que hacemos con semillas importadas tienen la necesidad de mantener en Canarias los cultivos de cereal y legumbres, chochos, habas?

Este tema es clave, pues cultivamos de cereales menos de un 10% de lo que sembramos de papas en Canarias, y, lo que es peor, con la falta de coordinación entre las administraciones y los agricultores, como ha ocurrido este año, llevamos camino de seguir reduciendo su peso hasta la completa desaparición. Hemos burocratizado la siega y la trilla y, lo que es más lamentable, lo hemos hecho en nombre del medioambiente.

Entremos en materia. Entre Mamio en La Orotava y la pared de Icod de los Trigos, quedan por segar algo más de cuarenta hectáreas, tema no resuelto por haber parado los trabajos de siega, ante la ola de calor. Si bien en un primer momento se hizo una gestión con el consejero que permitió la continuación del trabajo unos días, sin embargo, un nuevo parón ha impedido la recogida de parte del cereal, lo que ha significado amplias pérdidas para los agricultores, tanto por los daños por las plagas en los campos como por el deterioro que sufre el cultivo al tenderse en el suelo. Por otra parte, esperemos que la humedad no deteriore aún más el grano en septiembre.

Queremos lamentar la falta de coordinación entre las áreas de agricultura y medioambiente del Cabildo insular, ya que con poner una cuba con agua en las proximidades de la siega se habrían solventado los supuestos problemas de la seguridad. La administración y los agricultores deben estar coordinados, ya que, si queremos potenciar la producción local, hemos de mejorar la relación entre ambos.

Si queremos mejorar la rotación de cultivos, gofios y papas de la tierra, reducir los bardos de zarzas etc., etc., no podemos ni debemos sembrar la desmotivación y desorientación actual, tanto con la polilla guatemalteca de las papas, las importaciones de papas del exterior en agosto, como con el lamentable espectáculo de perjudicar el trabajo de los segadores porque hemos tenido sol y calor. La trilla siempre ha sido una actividad de agosto, de calores y altas temperaturas, no de invierno. Los responsables políticos han de buscar alternativas viables tanto en el plano social como ambiental que no supongan que los agricultores paguen, como siempre, la factura de una administración alejada del campo y de los campesinos.