sábado, 21 de diciembre de 2019

La Laguna: de la huelga de hambre a la C.O.P. 25 ONU

Esto días hemos celebrado en La Laguna los 40 años de la corporación democrática. En una lectura de lo más destacado de dicha corporación, yo lo sitúo en el conflicto que se inició con los vecinos de El Ortigal y un colectivo, ante la imposición del vertedero en Montaña del Aire, porque entendimos que no era un lugar apropiado para tal instalación, ya que era una zona habitada, con suelo agrícola, y un posible acuífero en el subsuelo.

Pedro González y la corporación lagunera se sumaron, entrando en la huelga de hambre, y enfrentándose al Gobernador Civil de aquel momento, Jesús Javier Rebollo, que nos trató como delincuentes, con numerosos enfrentamientos en un largo proceso, donde los más activos fueron los vecinos. Sin embargo, la actitud valiente del alcalde y concejales marcó las pautas para el cierre de dicho vertedero, después de haber depositado más de 80.000 Tm de basura en Montaña del Aire.

viernes, 13 de diciembre de 2019

LA PALMA: SEQUÍA FÍSICA O SEQUÍA CULTURAL

Estos días, los problemas de la sequía y el mal uso de los recursos han puesto de manifiesto que hemos de ser muy prudentes con la naturaleza y los límites de un bien tan importante como el agua, y el problema que supone su escasez. No es sólo tema del cambio climático, también del cambio de mentalidad, de ignorar y olvidar las generaciones que han puesto en producción la mayor riqueza que ha tenido la isla en su historia. Sigue también un coste social, no podemos alterar la pluviometría, pero si hacer un mejor uso de los recursos que también es una mejora mental.



No parece razonable, que pongamos medios públicos para obras que hipotequen la naturaleza, y que el interés social sea un alegato para la galería. En una isla de 700 Kilómetros, con el gran hueco de La Caldera, 500 kilómetros de galerías y pozos, son cifras muy respetables los 60 H3 que produce la isla para ahora abrir nuevas cuevas.

Hemos de leer nuestra historia de construcción de galerías, pozos, estanques miles de kilómetros de canales, obras hechas cuando éramos “pobres”, ahora con gran deterioro, con pérdidas significativas tanto en la red urbana como en instalaciones de riego. Canales públicos y privados con grandes pérdidas, depósitos mal conservados, pérdida de la cultura del esfuerzo del sentido comunitario que teníamos en la construcción de galerías, pozos, canales, comunidad de regantes, etc.

Ahora en muchos casos miramos para la administración para que esta resuelva, hemos olvidado que gran parte del bienestar de la isla, desde el agua potable a los regadíos son la resultante de varias generaciones de su esfuerzo que ahora parece que ignoramos, ya que, en algunos casos miramos para la desalación y en otras para “papá y mamá administración”. Claro que se han de poner recursos públicos, pero sin devaluar lo que hemos hecho bien.

El Paso y Barlovento, dos ejemplos de libro: evolución de los caudales de las galerías en ambos casos. Hemos aumentado las perforaciones mientras los caudales bajan, caso de El Paso, pero también en Barlovento. Usamos los datos, en 1964 las galerías de dicho municipio producían 1495 pipas/hora.



1919 (pipas/hora)
1964 (pipas/hora)
La Faya
80
120
Meleno
220
270
Girineldos
90
450
El Cerco
115
450
Pajaritos
250
125
Los Loros
120
0
Cuevitas
205
0
Tocaderos
65
0

1.145 pipas/ hora
1.415 pipas/hora


Como se observa, entre estos años, tenemos nuevos alumbramientos, pero menos caudal, reduciéndose más un 20%.

Valga como referencia que Tocaderos, con algo más de 7.000 metros, es la galería más profunda de Canarias, con más de 70 años perforando, sólo aporta 65 pipas. Téngase presente que Barlovento tiene un entorno favorable, dado que tiene más cumbre, al quedar más alejado de la Caldera, no olvidemos la mayor infiltración dada la masa forestal.

No olvidemos lo que ocurre en nuestro entorno. En Tenerife, en 1950, con sólo 535 Kilómetros perforados alumbraba 4.000 litros/sg., hoy con algo más de 1.700 Kilómetros, tiene una producción similar, pasando de los algo más de 6.500 litros/sg. en 1970 a la situación actual.

No digamos lo ocurrido en Gran Canaria con los pozos.

El agua es un recurso escaso y hemos de gestionarla con un sentido social y ambiental, no es una mercancía, es mucho más. Aquí el valor y el precio manifiestan realidades diferentes.

Espero que La Palma deje de tener ranas junto a canales que pierden caudal, y muchos depósitos del “Valle de los Espejos”, vuelve a mantener el líquido elemento, que reutilicemos las aguas urbanas, que aprendamos que no tenemos el Caroni (segundo río más importante de Venezuela), del que hace un pobre uso el pueblo venezolano. El principal recurso es nuestra gente, la cultura de trabajo y la buena gestión de la naturaleza.

La construcción de piscinas y la cultura del derroche parece que no es posible aquí, como tampoco lo es en la rica California, agua para riego no puede competir con agua para las piscinas vía precios.

No parece razonable invertir recursos públicos en abrir nuevos túneles, sin haber hecho la tarea del buen uso de lo que tenemos, “dignifiquemos la cultura de ayer que también será la del mañana”.

sábado, 7 de diciembre de 2019

LAS CABRAS Y LA GEOGRAFÍA

Cuesta entender lo que ocurre en nuestro campo. A la crisis de relevo generacional en las actividades agrarias, se unen las teorías urbanitas, que marcan facetas que ellos no practican, diciéndole a los vecinos de Anaga y Teno, que no sólo sufren el aislamiento y el olvido, ante las importaciones de productos agroganaderos que hasta hace unos años se producían aquí, ahora importamos hasta el carbón vegetal, poniendo reparos para las actividades agroforestales. Veamos el caso de las cabras, animales que han vivido en las islas desde hace dos mil años, es decir, son parte del territorio, de la economía en que la población tuvo una relación directa con las mismas, ya que de ellas obtenían parte de la alimentación, nunca en los últimos años habíamos tenido miles de cabras sin pastor en nuestros campos.

Las cabras y la geografía: aprendieron a vivir en distintos medios con gran capacidad de adaptación: cumbres, costa, zonas húmedas, lugares de gran hostilidad, sin agua, ni vegetación, como es Jandía, el Julán, los Ajaches etc., sobreviviendo separadas de los pastores hasta hace poco, las últimas cabras salvajes en la Caldera de Taburiente, en la década de los años cincuenta del Siglo XX.

Ahora verdes y animalistas nos dicen que hemos de hacer y, lo que es peor, hablan del campo ignorando a los vecinos y a los ganaderos que viven en Anaga y Teno, y que sufren la agresión de miles de animales asilvestrados. Suspendan las batidas y establezcan las apañadas como alternativas. Sabiendo las limitaciones que tiene tal propuesta, ya que no hay pastores interesados dado que dicha ganadería no produce rendimientos de leche, y por otro lado la mayor parte de este ganado son machos, ya que las hembras han sido diezmadas por la tetera (mastitis) al dejar de amamantar a los cabritos. Claro que la apañada debemos mantenerla como actividad sana, que fomenta una gestión más humana del territorio.

Medioambiente y campesinos requieren una intervención que no resuelven las apañadas, ya que los habitantes del lugar no pueden soportar los daños que hacen a los cultivos las cabras. La flora local sufre una agresión ante la presión de herbívoros.

En otro estado de cosas, los ganaderos locales, caso de Teno, sufren los daños que causan los machos asilvestrados al cubrir las cabras alterando época de cría y mejora ganadera de la explotación. El Cabildo y la responsable del medio ambiente, ha de entender que el interés general en estos momentos requiere una postura que armonice los intereses de los vecinos que viven en los espacios protegidos, que en este caso coinciden con el interés ambiental, dado la degradación de la flora unido al tema de Seguridad, como es el caso del Barranco de Masca con las cabras sueltas en las laderas que rodean dicho camino.

Demandamos pastores con actividades ganaderas, tanto en cortafuegos y barrancos, con un marco legal que fomente el pastoreo como actividad ambiental, que retire la vegetación en las proximidades de las zonas pobladas, qué decir de las tierras de antaño cultivadas entorno al monte hoy cubiertas de matorral.

El ganado guanil no es la alternativa, ya que deteriora tanto la vegetación natural como los cultivos. Es hora de fomentar el pastoreo como una actividad ambiental complementaria con la administración, retirando vegetación, que haga prevención para los incendios y obtengamos alimentos más sanos. Valga como ejemplo la política ganadera de Holanda, que hace que el pastoreo sea obligatorio el año 2020, asociando pastoreo con calidad de la leche y la salud de los animales, así como menor impacto medioambiental. Aquí hacemos legislación sobre animales de compañía y olvidamos o maltratamos a los ganaderos, que los tenemos “alegales”, con casi todos los establos sin legalizar cargando de papeles y burocracia a los ganaderos, o marcando desde el ordenador como hemos de gestionar las cabras asilvestradas en Anaga o Teno.

La sostenibilidad en Canarias y en el mundo nos dice que hemos de oír y atender a los vecinos del lugar y en particular a los campesinos, los alegatos de los urbanitas no deben ser las pautas que marquen la gestión de un medio degradado y en particular con los que viven alejados del campo tanto físico como sentimentalmente.