La lectura que Podemos hacer sobre nuestro territorio tiene múltiples visiones. Los responsables políticos en muchos casos predican para los "feligreses" en Madrid o Canarias, en la ciudad o en el campo, en la feria del turismo o en la plaza del pueblo.
Veamos: en Madrid, los almendros en flor en febrero significan adelanto de la primavera, belleza, paisaje, naturaleza, luz, alegría, colores, foco de luz en la noche oscura del abandono del campo.
En Canarias, los almendros son supervivientes de un campo huérfano de campesinos, maltratados, olvidados por las administraciones y por los consumidores, que demandamos almendras de California (cultivadas con espaldas mojadas mejinanas, con salarios de hambre).