viernes, 30 de agosto de 2019

GRAN CANARIA: CAMBIO CULTURAL Y CAMBIO CLIMÁTICO

En una lectura breve del territorioo rual más poblado de Canarias, tras la batalla entre la cultura urbana y la rústica ignorada y marginada, en nombre de un supuesto progreso, con recetas tecnocráticas.

En Gran Canaria, el hombre deforestó las medianías húmedas que en las islas occidentales perviven una parte importante del monte verde (de Chamorga a Teno en Tenerife-de Mazo a Hoya Grande en La Palma, del Molinito a Guadá en la Gomera, De Echedo a Sabinosa en el Hierro)

En Gran Canaria: tenemos la mitad de los municipios de la isla entre Tenteniguada y Agaete, con pequeñas manchas de laurisilva, mientras el pinar se mantiene mejor. Las medianías fueron tierras de cultivo como el cereal, papas, pasto para el ganado, frutales etc…, miles de campesinos gestionaban cada rincón que también producía combustible, carbón, leña, en el mundo pre butano, de aquí salía abono para los cultivos de regadío en la isla con más superficie regada de Canarias: primera productora de plátanos y tomates hasta la últimas décadas del siglo XX, también salían las cañas para emparrar los tomateros, por ello, la mayoría de plantaciones de cañeras de Canarias las tenemos en dicho territorio, los cultivos de tomates dejaron de demandar cañas y las medianías van pasando de manera paulatina a territorio dormitorio, a una población que ignora el campo y su cultura, proceso solo corregido en parte, por los pastores que sobreviven gracias a ellos. Hay una mayor tolerancia al pastoreo, es el caso de la trashumancia, aunque traemos queso del exterior con ayudas del R.E.A.

La administración no toma medidas, para la eliminación del combustible, en gran parte de los campos, hoy por hoy urbanizados. Contemplar las tierras más fértiles de los secanos de Gran Canaria (Fontanales- Moya- San Mateo- Firgas ahora cubierta de cañeros, zarzales, helecheras, vinagreras etc…, rodeando viviendas de unos “urbanitos” que ven películas, con bomberos que apagan fuego.

Otra lectura del territorio: contemplar las presas de Los hoyos, la de Lugarejo y los Pérez, con gran cantidad de agua y los pinos de Tamadaba (la Joya de la Corona en Gran Canaria) quemados en sus inmediaciones, máxime, muchos quemados de suelo, es decir fácil de apagar con personal y agua…en la que un helicóptero hace muchas descargas en una hora, solo lo podemos entender, por la prioridad razonable de poner los medios en la defensa de las viviendas y las personas, y aquí se pone de manifiesto que la prevención es la asignatura pendiente, tanto en Tamarán como en el resto de las islas, lo malo que tiene es que no es vistoso, los cuatro hidroaviones en torno a la Isleta son signo de “modernidad, “estamos como en California, los resultados es otra cosa, no queremos hablar de política, combinemos el modelo económico, de importar todo y animemos a la población local a demandar productos de la tierra y el medio ambiente es mucho más que adjetivos, como por ejemplo, parque de… reserva de…. Espacio protegido de….. ¡bla bla! Un modelo que dignifique lo pequeño, lo local, el trabajo, implicar a los urbanitas con el territorio, con los campesinos dignificando el gimnasio de “las espaldas dobladas”, pongamos los recursos que pedimos para los hidroaviones en prevención y mejorar la calidad de vida de los hombres y mujeres que trabajan la tierra.“La Cultura con alergia al sacho, nos debe hacer meditar…. En Gran Canaria con todos los medios del país, es decir, con todos los apagafuegos de España y dejó muy poco que quemar, exceptuando que no quemó personas”¿Qué ocurre con fuego simultáneos en varios puntos del archipiélago y la península? ¿Cuál es el coste de la falta de prevención con costes diarios próximos al millón de euros?

La prevención y la lucha por una sociedad más solidaria, social y medioambiental, es una asignatura pendiente; hagamos pedagogía de prevención contra el fuego, veamos los entornos del fuego en la zona más húmeda de Gran Canaria, hablamos con los campesinos del lugar, sobre el ayer y el hoy, el fuego y la cultura, el fuego y la economía, el fuego y la seguridad ciudadana (que en este caso hubo mucha suerte), es una temeridad permitir bardos de cañeros, zarzas junto a las viviendas o vías de comunicación, pinos quemados a cinco metros de las presas, con agua y aquí pidiendo hidroaviones y las viviendas rodeadas de matorrales; nuevamente ¡bla, bla! otra política agraria y forestal, veamos bien el territorio y oigamos a los campesinos.

No nos hagamos responsables de las negligencias del cambio climático, pero sí debemos tener en cuenta que debemos mejorar la gestión de nuestros recursos y que la agricultura y la ganadería son antiguos, pero modernos, implicar a nuestros “urbanitas” y no duplicar recursos como ha ocurrido en esta ocasión.

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